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jueves, 13 de junio de 2013

Alba de la endemoniada

Me tiras de la lengua: su sangre quieres ver.
Exiges que repita mi falso testimonio:
de qué modo y manera sentí al atardecer
vagar sobre mi pelo la mano del demonio.

No declaró su nombre, ni yo miré quién era:
el que no espera nada no pone condiciones.
Necesitaba un sueño. Pasé la noche entera
velando en una niebla florida de canciones.

El uno soñó al otro con ojos bien abiertos.
Temblando envejecimos. Remota la manzana
del sol ardió en la boca del reino de los muertos.

Comida de gusanos, la Luz entró en el piso.
—Comed todos de ella —decía la mañana.
Miré y se había ido. Con Él, el paraíso.



Alejandro González /España
[agonza59]

jueves, 30 de mayo de 2013

Descolor

Calles con alambres, adomecidas. Los perros tienen pelaje descolorido.
Al fin. Bar/panadería, una chica gritona limpia el mostrador, coloca bandejitas con masas en la vidriera, prepara un te golpeando las tazas hasta que se le caen al piso, y dice -uh!
El televisor gris, las sillas marrones de pana, de tela, de plástico. Ahora la chica gritona sirve en la panadería con una semi sonrisa, mordiéndose el labio inferior apenas. Será que le gusta el muchacho al que despacha?
De ser así, no pierde el sentido comercial: -puedo ponerte un poquito más y redondeamos los 3,40? así, son 2,56... Y después se pone a acomodar los billetes y las monedas, agachadísima hacia la caja registradora, los brazos pegados al pecho. Cuenta la plata ovillándose.
No para de hacer cosas.
Ahí llega la socia. Supongo que lo es porque se pone a trabajar inmediatamente, prende algunas luces, se fija el pan que quedó sin vender, repasa las órdenes sin hacer y comienza a preparar un sandwich, también se le caen pocillos. Mantiene un poco agachada la cabeza y mira a los clientes del bar a los ojos desde su gesto inclinado.
Ya me voy.
Pregunto a la socia por el baño. Antes de la escalera que baja, hay que pasar por una pileta donde la chica gritona está lavando un repasador. Me dice que el baño está abajo, primera puerta a la derecha. -No te pierdas, eh? y no sé si es porque en el baño de varones está el hombre que hace segundos bajó, o por hablar algo.
Nuevamente aterida. Pienso en los perros demacrados de afuera, en su esencia, resignación, persistencia, ternura.
Abro la puerta amarilla de chapa, hay un desodorante de ambientes y unos lockers con puertas entreabiertas y rotas. Otra puerta de chapa y está el inodoro, papel higiénico, una ducha, en la pared un papel con la leyenda NO TIRE PAPEL AL INODORO PORQUE SE TAPA ("tapa" con doble subrayado), y un cesto lleno de papel sucio que alguna de las dos limpiará, después de hacer un tostado o servir un café, tirar pocillos y platos, lavar el repasador, sonreír vendiendo pan, destapar gaseosas, contar plata.




·por ahí continúa·
MabelBE