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lunes, 14 de abril de 2008

Ya no espero


Ya no espero.
Me hago una corrida hasta el infierno para ver que pasa
por ahí.
Y el calor y la sed hacen que vuelva
a este sitio
donde todo se me representa
con un dejo de cambios.
Puedo elegir, me digo. Pero sigo efímera

frágil.como cuando
la debilidad enfrenta al viento urgente.

Tenue ser humano. Tantos años vividos
no teniendo más horas
que estar cada hora imposible
en el tour de los sedientos

limosneando agua

enjuiciando
con esa vaga decepción que seduce a casi

casi todos costados vacíos

esperando ahí
donde el error de la desigualdad
era que siempre había más de dos opciones

y un instante único para cada elección.


Pero ya no espero. Hace tiempo que dejé de preferir
continuar
con un pie en cada lado.

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MabelBE
La sombra de la fresa y lo eterno

domingo, 13 de abril de 2008

El otro Noé

En la cal mezclé los horizontes, y con mano lenta pero firme recubrí las cuatro paredes de mi futuro. Es tiempo, dije, que la lujuria inicie su etapa sagrada y en un Ermita de Luz resguardé el instante sublime, en que el viento afiló un jirón de nube sobre el más lejano árbol de la tierra. Todo aquello que en soledad he pugnado por descubrir, para mantener mi presencia en medio del desprecio, vendrá -desde el ácido violento del eucaliptus hasta el susurro de la mujer- a refugiarse en el Arca de mi ascetismo. / Odysseas Elytis. Seis y un remordimientos para el cielo.

sábado, 5 de abril de 2008

Arte

El arte nos permite ver el horror sin bajar los ojos, porque la belleza con que lo muestra  nos ayuda a asumirlo, a conocerlo, y nos da fuerzas para indignarnos, conmovernos y decidir nuestras acciones. El arte no cambia las condiciones materiales de nuestra vida pero toca profundamente nuestro sentir. Por eso lo necesitamos, porque sin arte un pueblo muere de aburrimiento, de amnesia y de fealdad. / Cesar Brie.

domingo, 23 de marzo de 2008

Adentro es afuera


Alejados, adentro del cuerpo, los suspiros y su escarcha buscan borrar inestabilidades de los ojos. Altos, y no elevados, necesitan dignificarse mientras viven, flameando y esperando que algún recodo del destino les inyecte valentía.
Yo digo que es preferible ser sin estar a estar sin ser, y que elijo el desvanecimiento a cualquier tipo de hielo. Pero qué pena dan esos suspiros, que al ser soplados se desvanecen encadenados a paredes irreales! será porque no reflejan muerte pero tampoco son vida?
O por las lastimaduras que los visten como cercos vivenciales en la boca, en la espalda, en los oídos, que a la vez llaman a que levante la palabra, el alma, las consecuencias casi incomprensibles [entre estos rehenes cotidianos que miran tras el espejo como unos pocos trozos de mabel haciendo sombra a lo que el destino ha ordenado] y sólo se puede percibir como murmullo, o sonidos que se alejan adentro del cuerpo?

MabelBe

viernes, 21 de marzo de 2008

La poesía



Puede ser amiga de la profundamente serena conformación del alma y de la espejada superficie cursi de lo pasajero, con una generosidad que escapa a lo humano. Compañera de la palabra amor, es como el aire, pero también es, a la vez, como la luz y como la sombra.
Siendo existencia en sí misma, la poesía es el día y la noche de cada día. Y porque la musicalidad de sus abrigos son trazos entre las vísceras, que se transforman en ayuda cuando menos te lo esperás, es una necesidad que algunos no conocen todavía. Como el aire, que no se puede definir pero se respira en el deseo de definitivos buenos días siempre, siempre.



MBellante

lunes, 3 de marzo de 2008

Dulce salado dulce


El mar roído por la angustia y la ausencia
encontró dulzura en uno de sus rincones
más ocultos.

El mar que fue amargado 

se cura.
Dulcesaladodulce es el sabor.

Parece ser que siempre pasa así.
Cuánto lo lamento!

...........................no por el mar
.................sino por las olas
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..y también por algunas confundidas almas de viento.
..
MabelBe

Paciencia

La paciencia no es la voluntad de esperar, sino el acto de no-esperar. Cuando no esperamos nada, no estamos impacientes. La impaciencia es el resultado de la elaboración de un plan previo al que debemos atenernos a toda costa. Cuando sucede algo imprevisto, perdemos el rumbo y nos frustramos, sentimos que la tensión nos ahoga, como si se hubiera apoderado de nosotros, cuando en realidad es nuestro ego usurpándonos el espíritu. En cambio, la paciencia implica la expansión de la imaginación y del corazón. La paciencia percibe el espacio, y nunca teme una situación nueva. Nada nos puede sorprender cuando se es conciente del espacio que existe entre nosotros y la situación. / Chogyam Trungpa Rimpoche. Maestro tibetano.