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lunes, 8 de abril de 2024

El patio de Casares


El aroma de los jazmines
flota quieto en el aire,
donde se apagan suaves
tonos añejos de sol.
Y en los laberintos del piso,
un lento recorrido infantil
parece irse a cuentagotas,
en sus propias serendipias.
Cuando atardece el día,
vuelan pájaros eternos
que sumergen en estrellas
las costumbres cotidianas.
Pero si la noche inicia
bajo ruidos de tormenta,
en el patio de Casares
se ve tan grave el crepúsculo
que no se puede salir
sin desear quedarse en él
y en su mundo de llovizna.
Así de hermosas lucen
sus fuerzas derrotadas
al deshacerse de luz
la intimidad perfumada;
así de nostálgicas las baldosas,
su gris, idas y venidas, donde
es posible creer que descansan
espíritus de amor puro,
reserva estable del alma,
un acaso y su porqué.

                                
                              MabelBE

martes, 2 de abril de 2024

Circunvalación de indiferencia y cura. 03

 

No es el cuerpo el que se me paraliza en estas situaciones, porque sé lo que es estar paralizada por el pánico. Es que se borra lo vivaz del día, decidir se transforma en un recurso de estilo: cómo lo digo, cómo te lo digo, cómo se los digo, que letras omitiré en mis explicaciones que no despejan incógnitas. Camino entre árboles y lianas y hay ruidos de supuestos animales, y así es como tiene que ser, ya me convencí: nunca podré cambiarme. Me da risa.

Pero no quiero reírme fuerte, porque, quién sabe qué puede pasar, estamos en un universo regido por el azar, si te pudieras acercar hasta ver su íntimo tejido, verías que en las hojas no hay esquinas y en los pétalos no hay esquinas. Se me desabrocha la blusa: la energía se derrama en el éter porque el agua no tiene esquinas o algunos ojales son demasiado grandes para el botón.

Me río de todos modos, por el halo hipócrita que percibo en otrxs y en mí. Es que, si no hubiera posibilidades de algo, un cambio, una esperanza, que todo vaya peor, no habría expectativas, no habría ansiedad, no habría angustia. Y a mí suele generarme angustia el otro, su energía, su postura y, a veces, su olor, creo que por eso fracaso cuando quiero educar manteniendo los noes.


Circunvalaciones / mabelb

viernes, 23 de febrero de 2024

El dia que aparece


El dia que aparece
        con un ritmo que no pide permisos
rehace el paraíso en la memoria inmediata.
        El humor vuelve a su indiferente
pisotear 
liviano 
el pasado
     y una rueda de existencia
     aumenta los giros del amor en la danza y el andar de los caminos.
Es entonces el sol
la forma
natural
potente y colorida
de un concierto profundo
por venir.
                       No sólo revitalizante.

                       Algo más que no me mata
                       más todo lo que esto implica.


MabelBe
Hay un ruido en el paisaje

domingo, 28 de enero de 2024

Circunvalacióna de indiferencia y cura. 02

 

Escribir lo que los pensamientos hacen, para domarlos y aquietarlos, así se me ocurrió. Me pregunto si alguien tendrá la curiosidad de conversar un rato con ellos. Mis pensamientos estarían felices de escuchar, de contar, de compartir silencio. Los pobres.

Temo a lo que encuentre en la primera lectura, a ver cómo resuelvo este desafío. Es de los divertidos, se puede mentir tranquilamente en una superficialidad horizontal que puede servir para una siesta más adelante. Pero, como la evolución va de lo denso a lo sutil, de lo superficial a lo espiritual, lo autodestructivo siempre tiene un punto de brillantez, aunque aún no pude destruir a un solo pensamiento.

Las personas que me conocen profundamente saben que suelo paralizarme ante ciertas posibilidades y dejo que el universo (junto a otra persona, el tiempo o el olvido) se haga cargo, y así es como me siento a salvo de esfuerzos que no me interesan, es fastidioso decidir cuando no hay algo que se prefiera, verdad. Ellas saben que el desinterés me mueve, y las enoja. Lo siento tanto.


Circunvalaciones / mabelb

miércoles, 3 de enero de 2024

Mis manos en canasta

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Se vuelve la tarde un borroso
lenguaje de trapo y de ceniza,
su alta jerarquía da a la brisa
una reverencia de ablación,
infinitos escaños para el tedio,
y la canción de la tarde de los muertos
que hoy están todos contentos
 suturando bajo el desconcierto
de este primer cielo casi abierto.
Una película rápida me conjuga
y me veo adelante, entre la ruta
entrando, la casa, el patio, la tortuga
que ya está en mis manos en canasta.
Ahí vamos, en la última energía 
recobrada, ponemos unas flores, 
arreglamos, limpiamos, nos volvemos,
cada cosa y su lugar de desenlace
son de silencio, de sombra que se deshace.

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MabelBE
Mas o menos igual
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